LA ARQUITECTURA MODULAR Y LA INDUSTRIALIZACIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN

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Desde hace varios años Moldtech ha introducido en el mercado una nueva generación de moldes 3D hidráulicos que son utilizados para la construcción de células carcelarias y viviendas.

La “Construcción Modular Prefabricada Terminada” o PPVC según sus siglas en inglés, es un método de construcción mediante el cual módulos tridimensionales independientes se fabrican, completan con acabados internos, instalaciones y accesorios en una planta industrial, y son transportados e instalados en el lugar definitivo de la obra, donde se conectan estructuralmente entre ellos y a las instalaciones generales.

Hay muchas razones por las que este sistema de arquitectura modular está en pleno auge, siendo algunas de las más importantes las siguientes:

Aumento de la producción: el sistema PPVC puede mejorar la productividad hasta en un 40% en términos de ahorro de mano de obra y tiempo, según la complejidad de los proyectos.

Mejora del entorno y las condiciones de obra: como la mayor parte de las actividades de instalación y la mano de obra se realizan fuera de la obra, se minimiza el polvo y la contaminación acústica y se mejora la seguridad del trabajo en obra.

Control de calidad: la fabricación fuera de la obra, en un entorno industrial controlado permite producir productos finales de muy alta calidad controlada.

A raíz de la importante experiencia en diversos proyectos tanto en Asia, como en Medio Oriente, Europa y Sud América, Moldtech ha sido seleccionada por una de las empresas constructoras más importantes de Europa para ser la proveedora del sistema de prefabricación de células carcelarias tridimensionales que se utilizará en la producción de los módulos carcelarios de diversos proyectos, y con variedad de medidas.

Los moldes 3D permiten a nuestro cliente prefabricar los muros y la losa superior de dichas células carcelarias, que una vez desmoldeadas se trasladan a una mesa de terminación donde se incorpora la losa inferior que permite cerrar el módulo por sus 6 caras y pasar al sector de acabados e instalaciones. Este sistema de trabajo evita el “volteo” de la pieza de hormigón tridimensional.

Uno de los grandes retos de este proyecto ha sido que el sistema de producción de las células carcelarias debía adaptarse a diversos proyectos, y por lo tanto permitir un cambio de dimensiones en el largo y ancho de las células, además de permitir cambios en la simetría de sus laterales. Este molde tridimensional, de contra molde interior colapsable hidráulico, ha sido concebido como una máquina adaptable a diversas configuraciones, tanto de dimensiones como de formas. Este modelo de trabajo ha permitido al cliente reducir la inversión, y poder afrontar diversas obras con un mismo sistema de producción de células.

Una vez que los módulos tridimensionales de hormigón son desmoldeados se realizan los acabados, se incorporan las instalaciones y se instala el mobiliario, en una línea de producción totalmente industrializada, donde los operarios y técnicos desarrollan tareas repetitivas y controladas como en una fábrica de autos, lo que permite verificar la calidad de cada etapa del proceso y obtener células carcelarias de un altísimo grado de calidad.

Moldtech ha trabajado también en la instalación, puesta en marcha y formación del personal del cliente, además de asistir al cliente en los procesos de ajuste de medidas para adaptarse a nuevos proyectos.

Con este proyecto Moldtech se reafirma como líder tecnológico global indiscutible en la construcción modular prefabricada PPVC, y da un paso más en la industrialización de la construcción.

 

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